No, no es el famoso puente veneciano, sinó un puente de conexión entre la vieja y la nueva estructura del hospital. Al pasar por él, hacia el nuevo edificio, siento que abandono a Manzino, Mainetti, Salvioli, Caíno y otros tantos maestros de la medicina, por la despersonalizada tecnología médica, que cuando falla o no está, nos hace sentir desarmados.
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