La paciente ha sufrido un gravísimo golpe, que le ha fracturado la pelvis en dos pedazos, que al moverse generan, entre otras cosas, hemorragia interna. Para que los huesos no se muevan, se les han colocado dos tornillos (laterales), que después se unen entre sí, con los fierritos cruzados que ven (que parecen un paragolpes). Al inmovilizarse la pelvis, la paciente mejoró y no requirió ser operada.
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