martes, 12 de febrero de 2013

Balazo en el páncreas, milagroso.

Paciente de 22 años que se autodispara, una bala calibre 22. Ingresa con una grave hemorragia interna, descompensada. Es llevada al quirófano donde se halla perforación con severo sangrado del hemi-hígado izquierdo que se detiene. La bala sigue, perforando el cuerpo del páncreas (foto 1 ), pero sin lesionar, milagrosamente, una gruesísima vena que se halla detrás de él (v.porta), que de romperse quizás le hubiera costado la vida. La paciente evoluciona bién, pero con una fístula de líquido pancreático que se irá tratando.


                   Foto 1 Se ha abierto la transcavidad de los epiplones y disecado parte del cuerpo del páncreas.

Foto 2: Páncreas levantado con cintas de hilera, dejando ver el origen de la vena porta (unión de las venas mesent.sup., inf., y esplénica que no se ve). La pinza marca donde debería haber pegado la bala (v, porta) de haber seguido una trayectoria anteroposterior.